El Sombrerero
Loco o
Hatta, o simplemente El Sombrerero es un
personaje excéntrico de la novela de Lewis Carroll (1832-1898): Las
aventuras de Alicia en el país de las maravillas y de su A través
del espejo y lo que Alicia encontró allí.
¿Era acaso loco por ser sombrerero o simplemente estaba loco y se hizo
sombrerero? Veamos.
Lo cierto es que en la Inglaterra del
siglo XIX los sombrereros empleaban mercurio para tratar el fieltro que
utilizaban en los sombreros, lo hacían en espacios cerrados y el mercurio es
una sustancia tóxica que afecta al sistema nervioso. En la actualidad se
utiliza mercurio en algunos productos eléctricos, termómetros, tubos
fluorescentes, amalgamas dentales etc.
El metilmercurio se acumula en el
sistema nervioso central produciendo efectos tóxicos en los adultos y en los
fetos de las madres expuestas a él durante el embarazo. El mercurio metálico no
es tan tóxico pero se absorbe en el aparato digestivo y las sales de mercurio
dañan los riñones y producen calambres abdominales y diarrea con sangre. Así
que cuando en el siglo XVI y siguientes se utilizaban los preparados
mercuriales para tratar la sífilis, el resultado solía ser peor que la
enfermedad; se llegó a decir: “una hora con Venus, una vida con Mercurio”.
El mercurio tiene una gran afinidad por
los sulfuros, lo que hace que se pueda incorporar a los grupos sulfidrilos
(-SH) que forman parte de muchas enzimas, como también lo pueden hacer a
proteínas estructurales. En efecto, hay proteínas ricas en aminoácidos
azufrados (cisteína y la metionina), entre las que se encuentra la tubulina, que son fundamentales en la
anatomía y fisiología neuronales y en muchas otras células.
En experimentos de laboratorio realizados con
roedores se ha comprobado que cuando se inhalan vapores de mercurio se impide
la formación de microtúbulos porque afecta a la proteína tubulina de tres
formas:
-impide la polimerización de la tubulina
y, consecuentemente se bloquea la formación de microtúbulos.
-elimina los microtúbulos ya formados.
-reduce la síntesis de tubulina porque
se afecta a la expresión del gen correspondiente.
Pues bien, los microtúbulos, en las
neuronas, se localizan tanto en el axón como en las dendritas y tienen un papel
clave en el desarrollo del cono de
crecimiento neuronal. Por eso los
microtúbulos son fundamentales durante el desarrollo del sistema nervioso: en
la proliferación celular, en la posterior migración neuronal para formar las
capas corticales del cerebro y el cerebelo, en el alargamiento de los axones, en
el transporte axodendrítico, etc. Pero,
además, la tubulina es responsable del “tráfico” de sustancias a través del
axón.
Es fácil comprender, por tanto, que la
alteración de estos procesos puede afectar a las conexiones neuronales y
provocar algún tipo de neuropatía.
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