En 1983, el profesor Langston y sus
colaboradores publicaban en la revista Science
un artículo en el que se informaba de un caso raro de pacientes con enfermedad
de Parkinson. Se trataba cuatro jóvenes que manifestaban signos de
parkinsonismo: bradiquinesia, rigidez muscular, temblores, etc. Era raro debido
a que esta enfermedad neurodegenerativa no suele presentarse antes de los 45
años y, además, era anómalo que en el mismo centro hospitalario aparecieran
casi a la vez unos jóvenes con estas señales de la enfermedad.