Si analizamos lo que dicen o hacen
muchos individuos de nuestra especie es probable que lleguemos a la conclusión
de que nada en su cerebro funciona correctamente o de que éste es una parte
inactiva de su anatomía. Sin embargo, incluso ellos presentan una permanente
actividad cerebral.
Cuando a una persona se le somete a las
modernas técnicas de Tomografía de Emisión de Positrones o de Resonancia
Magnética Funcional —que permiten estudiar el cerebro en vivo (incluso cuando
esta persona está durmiendo o muy relajada)—, manifiesta actividad neural. Y
esto se conoce en el mundo de la neurociencia desde hace muchos años. Hay que
tener en cuenta que el cerebro es un órgano tan peculiar que consume alrededor
del 70% de la energía total en actividades neuronales que no tienen ninguna
relación con lo que la persona está realizando en ese momento.