Lo que llega a mi corteza cerebral auditiva es semejante a lo que llega a la porción olfativa o gustativa, esto es, es siempre un impulso nervioso. Cabe preguntarse, entonces, cómo se traducen las diferentes intensidades del sonido, gustativas u olfativas. Limitémonos al caso del sonido.
La información que llega al sistema nervioso central puede ser traducida según dos criterios: la frecuencia de impulsos que produce el estímulo o el número de neuronas que responden al mismo.
El código de frecuencia se refiere al hecho por el cual según aumenta la intensidad del estímulo, también se incrementa el número de potenciales de acción que una neurona sensitiva transmite. No obstante, hay que tener en cuenta que por una neurona no pueden circular más de unos 12000 impulsos por segundo, lo que implica que, por encima de un determinado nivel de intensidad, el número de potenciales de acción que viaja por una célula nerviosa no aumentará. Si imaginamos que un estímulo de intensidad 6 genera 100 potenciales de acción en una neurona y otro de intensidad 15 produce 600 y las dos señales son descodificadas en nuestra corteza cerebral, en el primer caso será percibida con menos intensidad que en el segundo.
Por otro lado, sin excluir la codificación precedente, hay un segundo código de señales que le sirve a nuestro cerebro para traducir la intensidad de los estímulos: el código poblacional, esto es, el número de neuronas que responden a un determinado estímulo: según aumenta la intensidad del mismo más neuronas descargan. Este código de traducción se basa en que las neuronas tienen umbrales diferentes de respuesta, lo que supone que unas descargan a una determinada intensidad y otras lo hacen a intensidades mayores o menores que las anteriores. Todo esto hace que un estímulo de una determinada intensidad puede afectar a 10 neuronas y otro de intensidad superior implique a 35 y las señales nerviosas, cuando lleguen al cerebro, serán traducidas como menos y más intensas respectivamente.En resumen, la información será traducida en intensidad según el número de impulsos que, en la unidad de tiempo, llegan al sistema nervioso central por una determinada neurona y según el de neuronas que transmiten información.