Todos estamos más o menos lateralizados en nuestras conductas: comemos utilizando el brazo derecho o izquierdo, escribimos siempre con un mismo miembro, utilizamos una determinada extremidad para dar un puntapié al balón, etc. La mayor parte de los humanos hablamos utilizando preferentemente el hemisferio cerebral izquierdo. Muchos saben que esta lateralización se debe, en gran medida, a la utilización del cerebro motor contralateral: muevo el brazo derecho al activar mi corteza motora izquierda y viceversa.
Pero nuestra percepción del mundo y la integración de muchas de las señales que proceden del exterior a nosotros también están lateralizadas en algunos aspectos. Parece claro que en nuestra especie el hemisferio cerebral derecho es mejor que el izquierdo en las capacidades espaciales, musicales, emocionales y en tareas de memoria no verbal, mientras que el hemisferio izquierdo presenta superioridad es la visión de las letras y palabras, en la memoria verbal, habla, escritura, etc.
Para comprender la forma de actuar del cerebro, en relación con la lateralización, podemos fijarnos en la actividad del mismo utilizando técnicas de resonancia magnética, tomografía de emisión de positrones, etc., que nos permitan ver la actividad cerebral cuando se realiza una tarea. Pero también podemos observar conductas en las que se hace visible la parte motora cerebral utilizada.
La lateralización supone una gran ventaja para las especies que la poseen, ya que permite ocupar cada hemisferio cerebral en una determinada función. Sin embargo, aunque mucha gente cree que esta lateralización es exclusiva de nuestra especie, lo cierto es que ya se aprecian algunas funciones lateralizadas desde los vertebrados primitivos. Veamos.
La conducta alimentaria es, en los humanos, preferentemente diestra. Pero esto ya ocurre en los peces, batracios y reptiles, animales que atacan a sus presas por su lado derecho. Por su parte, aves como las gallinas picotean los alimentos que se encuentran en su lado derecho. Los rorcuales son uno grupo de ballenas que presentan preferencias diestras a la hora de capturar sus alimentos y nuestros parientes más cercanos desde el punto de vista filogenético (babuinos, chimpancés y otros) muestran una clara preferencia a la hora de utilizar la extremidad anterior derecha.
En los individuos de nuestra especie, ya se ha dicho, el hemisferio izquierdo controla el habla y en las aves hace lo propio con el canto. En los simios esta parte cerebral es responsable de la percepción de las llamadas de otros ejemplares de la especie y en los humanos y babuinos no es infrecuente la comunicación utilizando la mano derecha.
En los ratones, la percepción de los gritos de inquietud por parte de las crías es controlada por el hemisferio izquierdo y animales como los camaleones y babuinos suelen atacar preferentemente a los miembros de su especie que se sitúen a su izquierda en relación con los que se colocan a su derecha.
3 comentarios:
quiero probar con sonidos y oir un texto diferente en cada oido.la mente tiene mas que ofrecer que lo que nos cuentan.
interesante...
grax me ayudo para mi tarea y esta interesante
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