Mientras nuestro cerebro sea un arcano, el Universo, reflejo de su estructura, será también un misterio
(Santiago Ramón y Cajal)


9 de septiembre de 2012

Fármacos y los circuitos de la dopamina


En el encéfalo hay cuatro vías nerviosas que utilizan como neurotransmisor dopamina que se encuentran perfectamente definidas:
1.-Vía mesolímbica. Las neuronas de esta vía van desde el tronco del encéfalo hasta las áreas límbicas y más concretamente desde el área tegmental ventral (en el mesencéfalo) hasta el núcleo acumbens (en el sistema límbico). Hay que hacer notar que esta última estructura está implicada en las sensaciones de placer y en delirios y alucinaciones.
La hiperactividad de esta vía es la responsable de los síntomas positivos de las psicosis: delirios y alucinaciones, signos que desaparecen con fármacos que bloquean la neurotransmisión en esta vía.
2.-Vía nigroestriatal. Es responsable del control de los movimientos. Las neuronas de esta vía tienen su cuerpo celular en la sustancia negra y los axones finalizan en el cuerpo estriado de los ganglios basales.
Cuando un fármaco bloquea los receptores de la dopamina de esta vía, se producen unas alteraciones en el movimiento muy parecidas a las que se producen en la enfermedad de Parkinson. Estos fármacos que bloquean las neuronas nigroestriatales producen, entre otras, alteraciones como distonía (un movimiento de torsión que afecta al cuello y a la cara), rigidez, temblor, enlentecimiento de los movimientos o ausencia de ellos.
3.-Vía mesocortical. Las neuronas de esta vía van desde el área tegmental ventral (en el mesencéfalo) a la corteza límbica. Parece, y es que hay mucha discusión sobre la función de esta vía, que el funcionamiento de estas neuronas es la de regular los signos psicóticos positivos y negativos.
Para algunos neurocientíficos es necesario que esta vía no funcione cuando hay psicosis ya que, de esta forma, se reducen los síntomas negativos; otros opinan lo contrario. Sin embargo, cuando actúan los neurolépticos en esta vía producen cierto embotamiento emocional y varios efectos similares a los síntomas negativos.
4.-Vía tuberoinfundibular. Controla la secreción de la hormona prolactina, responsable de la producción de leche. Está formada por neuronas que van desde el hipotálamo hasta la hipófisis anterior o adenohipófisis.
Cuando se bloquean farmacológicamente los receptores de esta vía, aumenta la secreción de prolactina, lo que, en algunos casos, genera en las mujeres así tratadas galactorrea, o lo que es igual, una secreción inesperada de leche.
Así que, por lo visto hasta aquí, la utilización de neurolépticos que bloqueen las vías de la dopamina es muy interesante en uno de los casos, pero tiene consecuencias negativas, más o menos importantes, en otros tres. Y es que los fármacos que bloquean la neurotransmisión de la dopamina impiden que el neurotransmisor se acople al receptor, lo que es bueno en el caso de las neuronas mesolímbicas, pero produce unos efectos indeseados en las células nerviosas de la vía nigroestriatal.

1 comentario:

Unknown dijo...

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