Mientras nuestro cerebro sea un arcano, el Universo, reflejo de su estructura, será también un misterio
(Santiago Ramón y Cajal)


2 de mayo de 2011

Glucocorticoides y memoria

Con el nombre de glucocorticoides conocemos un grupo de hormonas lipídicas, más concretamente esteroideas, producidas por la corteza suprarrenal y liberadas debido a la acción estimulante de una hormona de la adenohipófisis denominada adrenocorticotropa (ACTH).
El más importante de los glucocorticoides humanos es el cortisol mientras que en otras especies (como roedores) es la corticosterona. En situaciones de estrés físico o psicológico, hay una estimulación nerviosa hipotalámica que libera corticotropina (CRF), que a su vez actúa sobre la adenohipófisis estimulando la secreción de ACTH. Esta hormona, finalmente, estimula a la corteza suprarrenal que, como consecuencia, libera sus hormonas.
Hay una serie de evidencias científicas que nos permiten relacionar los glucocorticoides con el aprendizaje:
a)      El carácter lipídico de los glucocorticoides les permite atravesar la barrera hematoencefálica y llegar al cerebro.
b)      Hay una gran cantidad de receptores de estas hormonas en numerosas áreas cerebrales y estas regiones guardan relación con el aprendizaje y la memoria; son el hipocampo, la amígdala, la corteza cerebral, etc.
c)      La literatura científica aporta datos desde hace bastantes años que relacionan los fenómenos de consolidación de la memoria a largo plazo y la síntesis de proteínas y como el mecanismo de acción de los glucocorticoides es la regular la transcripción (fase previa a los procesos de síntesis proteica), cabe colegir que ella podría afectar a la generación de procesos neuronales implicados en la memoria.
d)     Se ha puesto de manifiesto que los glucocorticoides afectan a muchos fenómenos bioquímicos intracelulares en las neuronas cerebrales.
Diversos estudios han demostrado que hay una correlación entre la secreción de glucocorticoides mientras se está realizando una tarea de aprendizaje y la memoria a largo plazo. Veamos
Las tareas de aprendizaje en ratas a las que se ha extirpado las glándulas suprrarenales y que, por tanto, carecen de glucocorticoides, altera considerablemente la formación de la memoria en pruebas clásicas de aprendizaje (condicionamiento del miedo, laberintos acuáticos, etc.)
Cuando antes de realizar una tarea de aprendizaje se inyectan en los animales de experimentación sustancias que actúan como inhibidoras de la síntesis de glucocorticoides se produce una inhibición (que depende de la dosis) del aprendizaje. Por otra parte, si los niveles de estas hormonas son muy elevados pueden llegar a provocar amnesia. Esto sugiere que la formación de la memoria en estas condiciones depende de unos niveles de glucocorticoides adecuados, esto es, si son bajos o altos el aprendizaje y la memoria se ven alterados negativamente. Y es que los glucocorticoides pueden regular, facilitando o inhibiendo, la síntesis de muchas proteínas, entre las que se encuentran diversas que se sabe que intervienen en fenómenos cognitivos.
Quizá el corolario que se puede obtener de lo anterior es que si usted está muy estresado (y por tanto con muchos glucocorticoides en sangre) o poco (con niveles muy bajos de estas hormonas) aprenderá peor que con un nivel medio de estrés. Claro que el grado de estrés es...¡un poco difícil de elegir!