Mientras nuestro cerebro sea un arcano, el Universo, reflejo de su estructura, será también un misterio
(Santiago Ramón y Cajal)


16 de marzo de 2008

Me puedo emocionar antes de percibir una emoción

Las informaciones auditiva y visual, por ejemplo, llegan al tálamo y desde aquí parten por dos vías nerviosas: una que lleva los impulsos nerviosos a la amígdala y otra que manda la información a la corteza cerebral. En la corteza se produce la traducción y se hace consciente: veo un animal que se acerca amenazador, oigo un grito de lamento… Las que llegan a la amígdala se transforman en emociones.
Esta doble vía de entrada de la información tiene una importancia enorme en la medida que las señales procedentes de los órganos de los sentidos llegan a la amígdala antes que a la neocorteza —milésimas de segundo, pero antes—, lo que supone que nos podemos emocionar antes que percibir, conscientemente, las señales de la emoción (algo que sucede en el cuerpo en multitud de actos reflejos); así, es posible que el organismo inicie una respuesta muy rápida ante un peligro.Esto explica, por ejemplo, los sobresaltos nocturnos ante unos ruidos inesperados… e inofensivos. Sin embargo, no implica que, tal y como se ha indicado anteriormente, a la amígdala no lleguen impulsos nerviosos desde la corteza y que no sea un lugar donde se module la respuesta emocional: aumento de la presión sanguínea, del latido del corazón, de la actividad muscular, etcétera. Es decir, el cerebro emocional puede actuar con independencia de la corteza cereb

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